Este es uno de esos cuentos que atraen desde que ves a la maravillosa
protagonista y a su familia. Los dibujos del interior no decepcionan en
absoluto. Predomina el papel coloreado con acuarela, en ocasiones perfila con
tinta negra, guardando una armonía deliciosa. Los colores vistosos invitan a
avanzar en una historia, no sólo apetitosa por lo que se cuece en el caldero de
Cocorina, sino por los sabios consejos que les da a sus pollitos.
El desparpajo con el que la famosa gallina contesta, es un
claro ejemplo de lo que podemos decirle a nuestros hijos, cuando surjan
problemas o conflictos.
-¡Lo que os dijeron al puchero!
-¡Lo que os dijeron al puchero!
Sería fantástico tener poderes mágicos para transformar los
sinsabores de la vida en un maravilloso caldo, y así superarlos y
olvidarlos.
Este cuento es imprescindible en la biblioteca familiar. A veces para ellos, otras para nosotros, que tenemos que rellenar el caldero de paciencia y de buenos consejos.
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