de Pedro Solís
Ediciones Nilo
Esta es la entrañable historia de María, Nico y la Cuerda que les unía. En el libro podemos ver dibujos del cortometraje de animación español que obtuvo un Goya en 2014.
En este caso fue primero la película y luego el libro. Sin embargo, creo que el mensaje no pierde fuerza y es tan valioso, que nos acerca a un dormitorio antes de acostar a nuestros pequeños, o en una tarde de lluvia en la butaca de la abuela, junto a la estufa.
Os animo a leerlo porque el mensaje es claramente esperanzador, conciliador, y sobre todo, anima a disfrutar de la esencia de la verdadera amistad, del vínculo visual entre dos personas que quieren soñar, que quieren vivir ilusionados con un sencillo juego.
Me lleva a otras películas de mayores: Ramón San Pedro, o Cómo entrenar a tu dragón, en la que los personajes también tiene alguna discapacidad. Cada historia se resuelve de forma diferente.
Pedro Solís no da protagonismo al niño con silla de ruedas que sufre estas limitaciones, sino a María. A través de sus ojos "vivarachos", como señala el autor, nos inunda con la ilusión por conocer a un amigo nuevo, y jugar con él, aunque para ello tenga que utilizar unas cuerdas. Le ata la pierna para que chute el balón, y las manos para que palmee con ella mientras cantan una retaila infantil.
Es momento te cambiar nuestra mirada, y contagiarnos del entusiasmo de María, para que a partír de ahora veamos todas las posibilidades, no los impedimentos por compartir nuestra vida con todos los que nos rodean.
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