
de Sam McBratney
ilustrado por Anita Jeram
Editorial Kókinos


Sam McBratney nadió en Belfast, Irlanda del Norte, tierra de leyendas. Estudió historia en Dublín y trabajó muchos años de maestro de colegios e instritutos. Sin embargo, su verdadera vocación era contar historias. Según decía, el acto de imaginar le hacía sentir bien. Intentaba pensar qué les gustaría a los niños.
A lo largo de su trayectoria escribió muchos cuentos, y novelas juveniles. La más conocida fue La hija del cacique, publicada en 1993, galardonada con el Premio al Mérito al año siguiente.
Sin embargo la fama le llegó, cuando decidió colaborar con la ilustradora Anita Jeram, y entonces surgieron multitud de títulos, como el que destacábamos al principio. Gracias a ellos consiguió varios premios tanto en Europa como en América, acquiriéndo fama internacional.


Cuando investigo sobre los autores de los cuentos que recomiendo, no puedo evitar ver pinceladas de mi propia realidad, e imaginar que algún día yo también escribiré una historia que os haga vibrar. Mientras tanto, seguiré leyendo y compartiendo mis descubrimientos.